Hoy os proponemos una lectura espeluznante y entretenidísima del maestro del terror Edgar Allan Poe.
Poe escribió novela, poesía, ensayo, pero sobre todo es conocida su faceta como escritor de cuentos y relatos de terror.
El relato que vamos a leer es el de El gato negro, pero vamos a dejar abierto el final, para que podáis completarlo vosotros, subiendo vuestros propios FINALES para el relato.
Soy David Cuadros y este es mi final:
ResponEliminaPero de repente solo veia negro,estaba tumbado en un sitio blando,al instante senti que algo me pinchaba en el pecho,pulse una especie de boton y se ilumino el lugar y en mi cara tenia a un gato con cierta similitud a Pluto.Pense que seria el gato de la taberna pero no tenia la mancha blanca.Asi que todo me hizo pensar que todo era un terrorifico sueño y que ese conozido gato era Pluto.Mire por la ventana y era de dia asi que fui corriendo al lugar del ahorcamiento para asegurarme pero ¡Seguia estando el lazo! :)
Soy Amalia Olivares y este es mi final:
ResponEliminaPero no lo alcanzó, yo pensé que me estaba volviendo loco, el gato subió las escaleras y me ronroneó como si no hubiera pasado nada, no sé si era por la culpabilidad que me hacía sentir aquel animal o por la rabia que sentía yo hacía todo el mundo. Por un instante me sentí culpable, me sentí el único en mi especie, por más que yo intentaba ser como los demás, no podía, la perversidad me invadía la cabeza.
Yo continuaba drogándome, esa era la forma de olvidarlo todo, no había ningún día que no pensara en Pluto y su asesinato. Aunque las drogas me habían hecho llegar a sacarle un ojo a esa bestia, era la única forma en la que pudiera estar yo bien.
Llegado a este punto tengo escalofríos en la espalda de recordarlo, de recordar el gran afecto que tenía a los animales cuando era pequeño. Que ahora se ha convertido en miedo, y por miedo es por lo que se mata.
Mi mujer cada vez estaba más preocupada por mi y un día llegué a casa y había muerto. Los médicos decían que se había muerto por un ataque al corazón, pero aun así sigo pensando que era por el trauma que tenía sobre mi.
No lamenté su muerte, así que eso me hacía sentir mi parte más perversa de las perversidades extremas. Lo que me importaba en ese momento era quedarme solo en casa con aquel animal, no había nadie que me frenase, nadie que me impidiera beber alcohol, nadie.
El gato sí que lamentó su muerte, todos los días se sentaba en el sillón favorito de mi mujer y esperaba hasta que viniese de trabajar, pero no sabía como explicarle que no va a venir y ¡Que nunca vendrá! El animal me miraba mal, y empezó a odiarme como lo odiaba yo a él, como si yo hubiera sido la causa de la muerte de mi mujer. Ya no comía, por la noche se sentaba en un rincón donde yo no me acercara, me tenía miedo.
Eso me rompió los esquemas y el 90% de mi alma era perversidad y el otro 10% malhumor. Mi asquerosidad y mi rabia invadían todo lo que me rodeaba, empecé a dar golpes a toda la casa hasta llegar al punto de volver a maltratar a los animales, en especial a mi gato.
Él sintió miedo, yo también tenía miedo, tenía miedo de mí y de lo que pudiera llegar a hacer.
No quería más problemas, porque había llegado a plantearme si sería mejor matar al gato, pero entonces me sentiría más asesino de lo que soy ahora. Así que opté por quitar la vida que apreciaba más en este momento, la mía.
Así que este es mi relato, un pequeño resumen de toda mi vida. El fantasma que hay ahora dentro de mí, mi subconsciente me pide que me suicide, que me suicide en ese lugar que no me atrevo a decir, el PATÍBULO.
Esperem més comentaris. Animeu-vos!
ResponEliminaSOY JOSE DANIEL GUTIERREZ Y ESTE ES MI FINAL: Pero no lo alcanzo , menos mal que no lo hice , porque sino habría estado en mi consciencia ese dichoso gato para siempre y no me habría dejado descansar .
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